PUCHOS Y ESCABIO: ARGENTINA WAS BIBLICAL

Si en algún momento de mi vida, alguien me hubiese dicho que iba a pisar el Monumental de River y la Bombonera en menos de 24 horas, jamás le hubiese creído. Y no solo pisarlo, si no presenciar el gran regreso.

13 de noviembre de 2025, Carlos, mi taxista de confianza Porteño me lleva al aeropuerto de Lima una vez más. Estuvimos charlando sobre Argentina, Milei, la inflación y la guerra de las Malvinas (en realidad esto se podía haber dado en cualquier trayecto), pero está vez estaba apunto de volar a la capital del asado y la cumbia villera, por lo que la charla tenía una sabor diferente.

Según entré me crucé a un tipo con la sudadera de Adidas x Oasis y en la cola de embarque coincidí con dos ancianos que días después se harían virales en las redes, llevaban su propio merch de Oasis y tuvimos una pequeña charla, la cosa prometía. Me tocaban 4 horitas de vuelo, pero con el cambio de hora iba a aterrizar sobre las 4 AM, así que el plan era dormir, pero por lo que sea no pegué ojo.

Me recomendaron el barrio de Palermo para alojarme, y eso hice. Esta vez me ha tocado viajar solo, así que un Hostel me pareció una buena elección. Sin descansar me fui a hacer unos recados, no sin antes pasarme por la tienda de Adidas x Oasis, había poca cola pero me dio pereza, más tarde me arrepentí. Por lo que no, no he traído nada de material. También me pasé por la tienda de Adidas de Soho, os dejo alguna foto.

Más de 25 grados en Buenos Aires, y yo que me había llevado la Smock Jacket de Umbro X Pretty Green para el postureo. Era momento de echar una siesta, para más tarde, una vez caída la noche, salir a dar una vuelta. Había una previa Britpopera en un garito de Almagro. La pinta de cerveza artesana a 5000 pesos, nada mal. Al principio el ambiente estaba flojo, la gente sentada y tranquila, pero poco a poco la cosa se fue calentado, hasta el punto en el que pedir era misión imposible. Argentina sin duda es Britpopera, toda la gente estaba vestida para la ocasión. Camisetas de Stone Roses, Bucket Hats y ediciones especiales de Adidas. Hice algunos amigos y me invitaron a Fernet en la calle, no era en una botella cortada, pero me pareció auténtico. Tocaba reservarse, así que emprendí la huida borracho, pero pronto.

PUCHOS, NO ESCABIO Y UNA BILLETERA DESAPARECIDA

Algo debí intuir cuando al hacer la primera recarga de la tarjeta de transporte, me la devolvieron sin saldo. Me habían estafado, suerte que un chabón me invitó y estuvimos hablando de camino al Monumental de River. La verdad que no sabía muy bien donde ir, el plan era ver el ambiente e improvisar. Me hice fuerte en la terraza de un asador, y un inglés que también estaba solo se sentó conmigo a echar unas Quilmes, después pasamos a los Fernet y finalmente llegó la hora de entrar, me aburrí de practicar inglés y entré al estadio con Argentino 1 y Argentino 2. 

Lo hicimos bien, antes de las 18 estábamos dentro de la pista 2, en medio y sin agobios. Se podía respirar el nerviosismo en el ambiente, no era el típico concierto al que entras desfasado, además no vendían alcohol (la concha de su hermana). No os voy a mentir, yo también estaba nervioso, llevaba todo el año diciendo; “voy a ver a Oasis en el Monumental de River.”

Mientras Richard Ashcroft ponía un pie en el escenario pensaba: las vueltas que da la vida, la primera vez que los hermanos Gallagher salían de UK, se disponían a telonear a The Verve en Amsterdam. Finalmente no pudieron porque acabaron en los calabozos del Ferry por pegarse con unos hinchas del West Ham, un clásico.

Todavía no se pronunciar bien su apellido, pero el bueno de Ricardo dio un show impecable, además llevaba la camiseta de la selección Argentina, cosa que a la gente le hizo más ilusión que su propia música, y eso que sonaron himnos como The Drugs Don´t Work, Lucky Man, Bitter Sweet Symphony… a mi se me hizo hasta corto.

Los nervios aumentaban, la gran espera estaba a punto de terminar, la gente estaba expectante, mirando al frente y sin hablar con el de al lado. Tras unos anuncios en las pantallas iniciaba la cuenta atrás, ante todos, “Fuckin´n In The Bushes”. Los vasos vuelan por los aires y el pogo estalla, contraste total con lo vivido anteriormente.

Inicio brutal, la gente loca, barras argentinas entre canción y canción y calor, mucho calor. “Morning Glory” fue de las primeras y tuve la brillante idea de sacar el móvil para grabar, minutos después mi cartera ya no estaba en su sitio.  No os voy a mentir, por un momento me quedé congelado en medio de todo el jolgorio, estuve un rato dejándome arrastrar por la masa. ¿Me habrían metido la mano? Yo que coño se…pero poco podía hacer ya. “ya fue”, pensé. Así que, seguí disfrutando del concierto. Llegó Live Forever, y con él, el homenaje al Diego, la verdad que la imagen de Liam alabando a D10S quedará para la historia. Otra de las imágenes fue la de Noel completamente emocionado con sus temas estrella, sin duda el público Argentino ha sido especial para él. Pusieron la guinda final con Wonderwall y antes de los fuegos artificiales sonó Champagne Supernova. 

Tocaba salir cuanto antes y cancelar las tarjetas en cuando agarrara cobertura. No tenía un peso, ni para el bus, estaba misio. Suerte que me encontré con las amigas que hice la noche anterior, desde aquí, gracias por salvarme la vida. Llegué exhausto al hostel y les prometí que me juntaría con ellas para tomar algo más tarde, pero para sorpresa de todos, estaba exhausto y no salí. Eso fue todo.

EN LA BOCA SIEMPRE MONO, NUNCA SAPO

Tengo un colega de la infancia cuya familia es Argentina, y desde Gasteiz me pasó varios contactos y tips para el viaje. Me desperté con un montón de mensajes, y es que, mi colega me había conseguido un pase para el Boca- Tigre, pero el día anterior no había pagado la señal, bastante tenía…

Me levanto y me preparo el desayuno, todavía exhausto con todo lo que había supuesto el día anterior. Me mandan un audio de que está todo atado y un contacto: “El Gordo”. Sin ser muy consciente de que me tocaba ir a la Bombonera marco el número y quedo con el. Quedamos a las 17:30 cerca del estadio, me hizo esperar, ¿Pero qué podía hacer? 

Como no sabía muy bien dónde estaba yendo, decidí no beber, siendo extrangero y estando solo, no era una buena idea. Apareció el gordo y me llamó la atención que no llevara nada de Boca, quizás fuera el único en la zona. Me acompañó a por una remera, “esa está linda” me dijo, era una 3XL, Siempre Mono Nunca Sapo, Jugador Número 12, no le iba a decir que no. Le pagué y me dio la entrada, y me dijo: “me gustaría acompañarte pero tengo prohibida la entrada, capaz que entrás con unos pibes amigos”, pero los pibes ya habían entrado. Mientras pedí un choripan me presentó algunas viejas glorias, la gente simpática, se que ve que están acostumbrados a los forasteros. Aquello estaba plagado de guiris y por lo tanto, alguna que otra prenda de Oasis. 

Le pregunté: “¿Pero con esto entro a la 12?”, “Claro”, me dijo “Vas a entrar con la hinchada”. De repente, en silencio pero haciéndose notar, aparecen unos 30-40 tipos de la 12. Una media de 45 años, malas caras y cuerpos de barrabrava. Me llamó la atención como pasaban entre la multitud, el de atrás agarraba del hombro al de delante en un gesto cariñoso y protector. El gordo me mete entre ellos y me pone la mano en el hombro. ¿Qué coño hago aquí? , pensé, y caminamos hasta el primer control. “Yo me despido aquí, Andoni, es mejor que entres ya, más tarde te veo, diviértete.”

Creo que entré en el momento idóneo, los paravalanchas ya estaban casi llenos y se podía escuchar algún cántico (todavía faltaban casi dos horas para el partido). En un lado pero bastante centrado, cogí hueco, me sentía Tiger88, estaba en la bandeja media de “La Popular”. 

Falta poco para el partido y los chicos que estaban apoyados en el paravalanchas cogen la mano de los de abajo y se suben todos al mismo tiempo, imagen imponente, comenzaba el show. La percusión, los ritmos, la forma de cantar…eran más propios de una banda de cumbia que de una grada de animación. Pensaba que no podía ser para tanto lo de estar en la Bombonera, pero creerme, todo lo que os hayan contado, lo es, y aun mejor. 

Queda bien lo de decir que animaron los 90 minutos, pero en este caso fueron al menos 150, que barbaridad. Boca es una fiesta, la gente celebra, canta, baila y sonríe. Al menos en mi zona, sentí 0 hostilidad, la gente te acoge y te sientes un Bostero más. Las canciones que no te sabes, te las acabas aprendiendo y las cantas como uno más, el ritmo Argentino lo facilita mucho. 

2-0, victoria para el equipo Xeneize en el último partido del Clausura, además, cabe destacar que la semana anterior se jugó el Superclásico, que también ganó Boca. Se exhibieron los míticos fantasmas de la B y la liga les sancionó, por lo que faltaba algo el día que fui, no había ninguna bandera permitida. Experiencia inolvidable.

Un buen amigo me dijo: “Oasis en Buenos Aires, ¿Qué viene después de esto? Después de esto ya no hay nada… Quizás debería recirtarle aquella frase de Tommy Johnson, quizás, no.

“We put this festival on you bastards

With a lotta love

We worked for one year for you pigs

And you want to break our walls down

And you wanna destroy it?

Well, you go to hell”